Educada, al parecer, por sus padres y, luego, bajo la influencia intelectual de su hermano. Estudió también pintura y escultura (fue destacada escultora) con José Reyes de la Oliva, Moño Viejo. Durante los años en que residió en Gran Canaria, conocería a Nicolás Eduardo y al imaginero Luján Pérez. Como poeta, escribió composiciones crítico-satíricas (“Vejámenes de las presumidas modistas” o contra el ministro Godoy), encomiásticas (al arcediano Luis de la Encina, al ser nombrado obispo de Arequipa, a la muerte de su hermano) o patrióticas. También ensayó el verso esdrújulo. Firmó algunos de sus poemas con los pseudónimos de Una señora o Una dama canaria. Fue incluida por Elías Mújica* en su antología de poetas canarios de 1878. En 1868, en El Time* (Santa Cruz de La Palma), J. A. Álvarez Rixo publica la primera aproximación biográfico-crítica a la figura de la poeta. Además de las referencias que a su persona y a su obra hace Sebastián Padrón Acosta* (vid. “Siluetas de mujeres canarias”. Gaceta de Tenerife, 1922), ha dedicado estudios a su obra poética la profesora Victoria Galván, en varios artículos y en el libro La obra poética de María Joaquina de Viera y Clavijo (2006). Por su parte, la profesora Carmen Fraga González publica un ensayo sobre la obra escultórica de la poeta, en la revista de El Museo Canario*: “María de Viera y Clavijo en el ambiente artístico de los ilustrados canarios” (Las Palmas, 1985-1987). También hay una edición de su Poesía (2002), preparada por Elica Ramos a partir de los poemas transcritos por Agustín Millares Torres* y Álvarez Rixo (Tenerife, 2002).